viernes, 4 de febrero de 2011

Yafra

Abrí los ojos, y dudé por un instante si era cierto. ¿Dónde estoy? Aun no se cómo llegaron ahí mis ojos, sí, mis ojos, por que cuerpo no había. O será quizá que mi alma fue quien toco las estrellas y oyó aquella voz llamándome…

Estaba rodeada por estrellas. El mundo a lo lejos como un petizo insignificante azul. ¿Dónde cuernos estoy? Aún no sé. Las estrellas, ahí estaban, no había distancia entre las yemas de mis dedos y su hermosa luz tornasolada que acariciaba mis pupilas y la voz en el fondo…ven. ¿A dónde se puede saber que voy?

Tenía mucho miedo, pero en realidad esa voz me ponía relajada, tranquila, me inspiraba confianza. No sé que más puedo deciros de mi estadía ahí, junto a las estrellas, más allá del lado oscuro de la luna; pero, un poco más cerca del sol… ah, olvidaba el motivo de porqué escribir toda esta travesía. Me llamo Sofía y en este viaje me regalaron una estrella.

Sé que es difícil de creer. Sé que probablemente pienses al leer esto loca, rayada, que diantres estás escribiendo ¿te regalaron una estrella? Pues sí, fácil o difícil de entender esa voz siguió guiando mis pasos através del universo, no dubitaba. Estaba en una paz que, para ser sincera, nunca antes había sentido. Amé esa voz tanto que algunas veces al parpadear logro oírla al fondo llamándome yafra.

Yafra, fue el nombre que la misteriosa voz me puso… en realidad el nombre que le puso a mi estrella, por que como te recordaba, él me indicó cual era mi estrella. A toda esta narración sólo atinaba a asentar la cabeza, medio boquiabierto, era sensacional al luz que le salía por los ojos al verme leer. Será la primera estrella que brille en tu firmamento todos los días, la más brillante, la más hermosa, y tu alma vivirá en ella por siempre.

No pude contenerme un instante más y le dije tomándola de la mano, indícame, por favor, indícame cual es tu estrella. Esa, dijo señalando a Venus.

“Esa” era una estrella que cuando niño pregunté a mi padre su nombre y me respondió Venus, la adoraba por que intuía que en algún lugar del planeta, alguien, alguien más como yo, estaba mirándola, admirándola, enamorándose de ella, alguien así como esa endemoniada alma gemela que vaga por el mundo.

No pude mirarla un instante más a los ojos, solo me quedó decirle, gracias, muchas gracias por tu sueño.

Alonso Quijano
Mollendo - 04/02/11

2 comentarios:

  1. sehr schön.
    Wenn Sie nach Lima zurück?
    .... tot.

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  2. Sie können aufhören zu sprechen deutsch. Ich spreche nicht sehr flüssig. Vielen Dank für die Kommentare

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