miércoles, 2 de febrero de 2011

Algo así como un diario - I

No acabo de entender por que eres tan especial para mi. Compartes mi locura. Eres innegablemente guapa. Eres inteligente; y aun así, no quiero que seas especial para mi. Sé como todo acaba conmigo. Miedo, eso es lo que tengo miedo y muchas ganar de ser libre de mi.

No debí conocerte, por la enrredada amistad que siento por ti, porque me gustas y siento tan cerca. !¿Por que?!, ¿por que demonios te quiero?

Muero de ganas de pedir a tu corazón que discutamos estas diademas, estos conflictos ;pero no, no me atrevo a irrumpir con palabras tu paz.

Sé que si abro mi endemoniada boca, dulces e incómodos versos saldrán a por ti… te harán correr. Soy conciente de que os van a incomodar. Soy conciente de que probablemente no quieres oír todo esto que estoy pensando… pero no dejo de pensarlo.

¿Qué me queda ahora? ahogar en el mar de mis locuras mis palabras, tal vez convertirlas en silencios… no quiero pero debo, por tu paz y esa amistad tan distorsionada ante mis ojos, no debo hablar.

Café, un medio endemoniado de amor, una sutil y sublime ruta de comprensión y química, de paz, tranquilidad y pasión. Fuente de inspiración de los corazones inspirados por su aroma, cuerpo y gracia. Café, único culpable de que sintiera el perfume de sus ojos en mis pupilas y de que no puedan sacar de sus entrañar su imagen.

No quiero buscar más culpables, debería en sí dejar de hablar de ella, no quiero que sepa nada de mis pensamientos. Estoy seguro que por mucho tiempo seremos buenos amigos… amigos.


Alonso Quijano
Mollendo - 02/02/11

1 comentario: