martes, 9 de agosto de 2011

HOY ME SIENTO EXTRAÑAMENTE BIEN, Soy conciente que la vida apesta a muerto y fango ;pero, hoy no me colma la tensión. Es raro. Soy raro. ¿QUÉ TIENE ESTE LUGAR QUE ME PONE ASI?

Los carros siguen haciendo ruido, las aves siguen haciendo caca, a la sombra de los árboles hace frío pero en mí no pasa nada. Sigo INMUTABLE, CALMO.

Creo que estoy aprendiendo a amar la vida. Sé que suena biena Chocolate caliente para el alma (recontra cliché) pero cada día que pasa el mundo se vuelve más mi mundo, la vida se vuelve más mi vida... ¿Y EL AMOR? en algún lugar bucándome. YA NO LO BUSCO. Hay muchísimas cosas por hacer, querer y en qué pensar como para embarcarse en la empresa de BUSCAR EL AMOR.

Enhorabuena si llega; pero, hasta entonces, el frío de las sombras, el ruido de los carros y las heces de las aves seguirán acompañándome en mi travesía de vivir.

Sir Alonso Quijano

domingo, 6 de febrero de 2011

Algo así como un diario II

Las cosas no son fáciles, casi, nunca. No imagino que todo sea absoluta y estúpidamente fácil. Los problemas vuelven las cosas (relativamente) más interesantes. Si las cosas fueran un dos más dos todo el tiempo, eso sería la monotonía más absurda y absorbente que el universo haya podido concebir en su vasta inmensidad.

No puedo pensar en algo más difícil que lo que ha nacido aquí entre lo que creo, somos, tu y yo.

Alguien es capaz de definir qué es distancia. Geográficamente son kilómetros, sentimentalmente pueden ser años luz o instantes de nada. ¿qué distancia separa dos corazones que no quieren estar separados? ¿con qué medirla? ¿metros, palabras, tal vez con suspiros? La verdad no sé.

Estamos como una canción que alguna vez oí adheridos, separados ; y creo que es así.

Conozco gente que todos los días de sus vidas se ven y son incapaces de estar cerca. Son incapaces de sentirse cercano a otro ser. Ahora ¿qué va a pasar entre nosotros? Hay muchos kilómetros, es cierto, pero sabes, por lo que sé, por la manera que tienes de ser , que tanto me gusta, y mi manera de ser, que nos ayuda en ese espacio de cercanía que creamos cada que charlamos, esa distancia es cero.

En situaciones como las nuestras las cosas no son fáciles. Requieren tomar decisiones y serias. Requieren conocer acerca de qué es el respeto, qué es el afecto, pero sobre todo qué es estar conectado más allá de las distancias.

Pon atención a este mapa, no importa donde yo vaya, son sólo centímetros entre tú y yo.

Las cosas entre nosotros no van a ser simples, van a requerir de mucho empeño, pero sabes, estoy dispuesto a dar batalla. Dejo a vuestra merced tomar las riendas de este corcel, que por más indomable que aparente lograremos dominar.

Las cosas no son fáciles, casi, nunca.

Lo que fácil llega, fácil se va; quiero creer que lo que cuesta conseguir, es difícil de perder...


Alonso Quijano
Mollendo - 06/02/11

viernes, 4 de febrero de 2011

Yafra

Abrí los ojos, y dudé por un instante si era cierto. ¿Dónde estoy? Aun no se cómo llegaron ahí mis ojos, sí, mis ojos, por que cuerpo no había. O será quizá que mi alma fue quien toco las estrellas y oyó aquella voz llamándome…

Estaba rodeada por estrellas. El mundo a lo lejos como un petizo insignificante azul. ¿Dónde cuernos estoy? Aún no sé. Las estrellas, ahí estaban, no había distancia entre las yemas de mis dedos y su hermosa luz tornasolada que acariciaba mis pupilas y la voz en el fondo…ven. ¿A dónde se puede saber que voy?

Tenía mucho miedo, pero en realidad esa voz me ponía relajada, tranquila, me inspiraba confianza. No sé que más puedo deciros de mi estadía ahí, junto a las estrellas, más allá del lado oscuro de la luna; pero, un poco más cerca del sol… ah, olvidaba el motivo de porqué escribir toda esta travesía. Me llamo Sofía y en este viaje me regalaron una estrella.

Sé que es difícil de creer. Sé que probablemente pienses al leer esto loca, rayada, que diantres estás escribiendo ¿te regalaron una estrella? Pues sí, fácil o difícil de entender esa voz siguió guiando mis pasos através del universo, no dubitaba. Estaba en una paz que, para ser sincera, nunca antes había sentido. Amé esa voz tanto que algunas veces al parpadear logro oírla al fondo llamándome yafra.

Yafra, fue el nombre que la misteriosa voz me puso… en realidad el nombre que le puso a mi estrella, por que como te recordaba, él me indicó cual era mi estrella. A toda esta narración sólo atinaba a asentar la cabeza, medio boquiabierto, era sensacional al luz que le salía por los ojos al verme leer. Será la primera estrella que brille en tu firmamento todos los días, la más brillante, la más hermosa, y tu alma vivirá en ella por siempre.

No pude contenerme un instante más y le dije tomándola de la mano, indícame, por favor, indícame cual es tu estrella. Esa, dijo señalando a Venus.

“Esa” era una estrella que cuando niño pregunté a mi padre su nombre y me respondió Venus, la adoraba por que intuía que en algún lugar del planeta, alguien, alguien más como yo, estaba mirándola, admirándola, enamorándose de ella, alguien así como esa endemoniada alma gemela que vaga por el mundo.

No pude mirarla un instante más a los ojos, solo me quedó decirle, gracias, muchas gracias por tu sueño.

Alonso Quijano
Mollendo - 04/02/11

miércoles, 2 de febrero de 2011

Algo así como un diario - I

No acabo de entender por que eres tan especial para mi. Compartes mi locura. Eres innegablemente guapa. Eres inteligente; y aun así, no quiero que seas especial para mi. Sé como todo acaba conmigo. Miedo, eso es lo que tengo miedo y muchas ganar de ser libre de mi.

No debí conocerte, por la enrredada amistad que siento por ti, porque me gustas y siento tan cerca. !¿Por que?!, ¿por que demonios te quiero?

Muero de ganas de pedir a tu corazón que discutamos estas diademas, estos conflictos ;pero no, no me atrevo a irrumpir con palabras tu paz.

Sé que si abro mi endemoniada boca, dulces e incómodos versos saldrán a por ti… te harán correr. Soy conciente de que os van a incomodar. Soy conciente de que probablemente no quieres oír todo esto que estoy pensando… pero no dejo de pensarlo.

¿Qué me queda ahora? ahogar en el mar de mis locuras mis palabras, tal vez convertirlas en silencios… no quiero pero debo, por tu paz y esa amistad tan distorsionada ante mis ojos, no debo hablar.

Café, un medio endemoniado de amor, una sutil y sublime ruta de comprensión y química, de paz, tranquilidad y pasión. Fuente de inspiración de los corazones inspirados por su aroma, cuerpo y gracia. Café, único culpable de que sintiera el perfume de sus ojos en mis pupilas y de que no puedan sacar de sus entrañar su imagen.

No quiero buscar más culpables, debería en sí dejar de hablar de ella, no quiero que sepa nada de mis pensamientos. Estoy seguro que por mucho tiempo seremos buenos amigos… amigos.


Alonso Quijano
Mollendo - 02/02/11

martes, 16 de noviembre de 2010

El último paseo

Quisiera poder recordar la primera vez que lo vi en su moto andando a noventa kilómetros por hora en la puerta del colegio. Si supongo que hubo una primera vez es porque esa era la misma historia todos los viernes al caer la tarde. Quisiera poder recordar la primera vez que lo vi andando en su moto a noventa kilómetros por hora porque sólo soy capaz de recordar la última vez.

Era, para variar, un viernes por la tarde y después del colegio. Subimos a la moto y salimos rumbo a la carretera. No teníamos lugar a donde ir. Simplemente queríamos salir e ir a buscar aún no sé qué.

Era tarde, recuerdo que las luces de la moto estaban apagadas. Hubo un sonido extraño. Recuerdo una luz muy brillante en frente nuestro, y la moto volando por los aires.

Quisiera poder recordar la primera vez que lo vi montado en su moto andando a noventa kilómetros por hora; ya que sólo recuerdo la vez en que él y yo morimos.

Alonso Quijano
16/11/10

Cuento de un corto sueño

Me costaba mucho respirar, era agotador, sentía como si un carro estuviese haciendo presión contra mi pecho, me sentía tiritar y a la vez sudar esa gota fría que recorre la espalda. Para completar este cuadro, unas ganas de llorar, propias de una depresión severa; era definitivamente, la combinación perfecta para no sentirse bien y más aún con el conocimiento de que eres un ente en medio de gente.

Y más aún si sabes que estas perdida entre la pizarra, tu soledad y la indiferencia de todos. Era realmente cruel. Malditas sean esas lágrimas que no querían caer y desahogar mi alma, malditas, por culpa de ellas tuve un inicio de año desdichado, malditas.

Era ya abril y el colegio era la tortura más grande que tenía que soportar, imagínense, sentada en el rincón más oscuro y lejano de todo el universo, con una compañera que si la nuca me brindaba ya era muy cortés de su parte. Fue tal ves la lluvia que cubría mi alma y el salón, la soledad o mi tristeza lo que hizo que finalmente explotase en llanto. El tiempo sentí pausarse y una lágrima cual ácido mojó mi cuaderno, intenté camuflarme, mas, en ese mismo momento vi la mano de mi compañera cruzar mi espalda y abrazar mis hombros.

Me alegro tanto que sentí aquella lágrima volver a mis ojos, me estaba levantando a abrazarla cuando de pronto todo se volvió extremadamente confuso y a lo lejos oí decir:

- ¡Señorita, despierte... despierte!

Alonso Quijano
Pucallpa - dd/mm/aa


Cuentos del Quijote

Hola a todos. Sí, nuevo proyecto. Gracias por acompañarme una vez más en esta alocada aventura. Sí sigo siendo yo, Fernando González Polar Abensur conocido en la web como Alonso Quijano. Muchas gracias por estar aquí, muchas gracias por acompañarme... disfruten